Reflexión sobre el Shōjo y el caso de NANA: más que amor, una radiografía emocional

25 de abril de 2025

Reflexión sobre el Shōjo y el caso de NANA: más que amor, una radiografía emocional

En esta ocasión de géneros voy a hablar sobre uno que es poco habitual para mí como lo es el Shōjo, pero no por eso haya dejado de ver alguna vez.

Según la Wikipedia:

El shōjo (少女 mujer joven?) es un tipo de manga dirigido a una audiencia femenina en edad adolescente, y suele publicarse en Japón en revistas manga dedicadas a ese sector demográfico. Abarca una gran cantidad de temas y estilos, desde el drama histórico a la ciencia ficción, centrando habitualmente el énfasis en las relaciones humanas y sentimentales. Estrictamente hablando, el shōjo no se adscribe a ningún estilo o género particular y es más un indicador del público al que va destinado.

Una de las series que me marcó dentro de este género fue NANA, obra de Ai Yazawa, que mezcla drama, romance, música y relaciones humanas de una forma muy realista y madura. Aunque cumple con algunas características típicas del shōjo, como el enfoque en los sentimientos y los vínculos personales, lo que la hace destacar es cómo retrata diferentes tipos de relaciones tóxicas, control emocional, dependencia afectiva y manipulación psicológica.

Las dos Nanas

La historia gira en torno a dos jóvenes con el mismo nombre que se conocen por casualidad:

Aunque son polos opuestos, logran formar una amistad fuerte y genuina, casi como hermanas, donde una complementa lo que a la otra le falta. Pero incluso su relación de amistad tiene tintes de dependencia y tensión emocional, especialmente cuando empiezan a tomar caminos distintos.


Personajes principales y las relaciones que reflejan

La serie no se limita a hablar de amor romántico. Es un espejo de las diferentes formas en las que las relaciones —ya sean de amistad, familiares o amorosas— pueden volverse destructivas. A continuación algunos de los personajes clave y el tipo de vínculos que construyen:

1. Nana Komatsu (Hachi) y Takumi Ichinose

Takumi es el líder de Trapnest, una banda famosa. Su relación con Hachi representa claramente una dinámica de manipulación y control emocional. Takumi es frío, calculador y poco empático. Aunque termina casándose con Hachi por el embarazo de ella, su trato hacia ella refleja poder, distancia y posesión más que amor genuino. Hachi, por su parte, se convence de que está haciendo “lo correcto” y acepta esa vida de resignación.

2. Nana Komatsu y Nobuo Terashima (Nobu)

Nobu es guitarrista de Blast y representa una figura completamente opuesta a Takumi. Su relación con Hachi es sincera, tierna, basada en el respeto y el apoyo mutuo. Pero debido a la presión externa y el miedo de Hachi a arruinar su vida, termina alejándose de él. Esta relación muestra cómo a veces el amor sano se deja atrás por inseguridad y presión social.

3. Nana Osaki y Ren Honjo

Ren, guitarrista de Trapnest, es el gran amor de Nana. Su relación parece fuerte, pero también es dependiente. Ren lucha con adicciones, y Nana sufre por su constante ausencia y descuidos. A pesar del amor que hay, su vínculo se ve afectado por los celos, la fama, y la autodestrucción. Refleja una relación apasionada, pero desequilibrada y dolorosa.

4. Reira Serizawa y Takumi / Shin

Reira, vocalista de Trapnest, tiene una relación no correspondida con Takumi, que la manipula emocionalmente. Más adelante se involucra con Shin, el bajista adolescente de Blast. Esta relación es compleja: por un lado, Reira busca afecto y comprensión, pero por otro, es consciente de que está escapando de sus verdaderos sentimientos. Shin, a pesar de su juventud, es más emocionalmente maduro que ella.

5. Nana Osaki y Hachi

La relación entre las dos protagonistas es el corazón de la serie. Aunque es una amistad fuerte, está cargada de dependencia emocional. Ambas se necesitan mutuamente, y cuando sus vidas comienzan a separarse, surgen conflictos de abandono, celos y tristeza. Nana Osaki siente que Hachi la abandona por su nueva familia, mientras que Hachi siente culpa por no poder estar con ella. Es una representación muy realista de cómo incluso las amistades más puras pueden sufrir por la falta de comunicación y los cambios de vida.


El papel de la música

Un apartado fundamental en NANA es la música. Es un canal de expresión emocional y también un reflejo de la identidad de los personajes. La voz de Nana Osaki, representada por Anna Tsuchiya, y la de Reira, representada por Olivia Lufkin, dan vida a canciones cargadas de emociones, desamor, deseo y frustración. La música, además, nos conecta con los estados anímicos de cada personaje y con la rivalidad entre bandas.


Estilo visual

Gráficamente, NANA tiene un estilo muy particular. Los personajes son extremadamente delgados y estilizados, lo que al principio puede parecer extraño, pero termina dándole un toque único a la serie. Esa estética subraya también lo frágiles que son emocionalmente, por más duros que parezcan por fuera.


Conclusión

NANA no es solo una historia de amor, amistad y música. Es una serie que retrata de forma honesta y sin adornos la complejidad de las relaciones humanas, especialmente cuando se vuelven dañinas. Muestra cómo el amor puede doler, cómo el miedo a la soledad lleva a decisiones equivocadas, y cómo los lazos —por más profundos que sean— también pueden romperse.

Es una obra que combina una buena trama, personajes interesantes, música inolvidable, y emociones genuinas. Y si se dejan llevar por la historia, hasta una que otra lágrima logra sacar.

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